domingo, 16 de diciembre de 2012

Relato ganador del primer premio del II concurso de relatos cortos JAK.

Es de madrugada en la ciudad. Alguien está siendo perseguido por una
jauría de perros. En un momento de lucidez, se da cuenta de que está
atrapado en una pesadilla. Ya ha experimentado antes la misma
sensación. Se esfuerza en despertar, pero es en vano, puesto que llega
a una nueva alucinación. Ahora se encuentra en una pequeña barca,
justo en el centro de un embalse. Cualquier gran extensión de agua le
provoca un profundo pánico. Presa del miedo, cae al agua y se hunde a
plomo.

Así, va encadenando varias pesadillas en las cuales se reflejan sus
principales obsesiones y fobias. No consigue despertar.

Hasta que en una, aparece en un diminuto espacio desconocido,
silencioso y oscuro. Le duele la cabeza y su cuerpo está envuelto en
una especie de sudario. Asume que es otra broma de su subconsciente,
en la que ha sido enterrado vivo y se encuentra en el interior de una
cripta. Descubre un punto de claridad. Toma una decisión, y hace
acopio de todas sus fuerzas para liberarse de lo que él cree que es su
mortaja. Salta con todas sus fuerzas hacia la luz. Pero ha incurrido
en un error fatal. En realidad ya se había despertado, en la
habitación de un hotel, tras una resaca en la que sus amigos le habían
cubierto con una toalla. Desgraciadamente, la luz y la ventana son
reales, así como la distancia de varios metros a los adoquines de la
acera. Mientras su cabeza impacta contra ellos, lo comprende todo.

FIN

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